¿PARA QUÉ EL TEATRO? Nueve puntos sobre la función social de un teatro de hoy. Alfonso Sastre.

1.- El teatro no puede ser hoy un expediente didáctico, ni una institución moralizante.
2.- El teatro no es un reflejo (pasivo) de lo real ni una investigación "científica" de lo real.
3.- El teatro tampoco es un juego gratuito.
4.- El teatro es -podríamos decir- un juego "serio", una exploración arriesgada y hasta aventurera (de lo real), una propuesta -a veces impertinente- que el arte hace a la política.
5.- El teatro no es pues, un útil, sino más bien un "inútil" actual mediatamente util, cuya utilidad (no inmediata) se desarrolla en forma de una progresiva toma de conciencia, por vía lúdica.
6.- Esta forma de conciencia debe de ser doble y dialécticamente articulada: el expectador toma conciencia de su existencia concreta e individual (cuyo horizonte es la muerte) , y de la existencia histórica (cuyo horizonte es el socialismo). se trata de un conocimiento (no verificable por sus propios medios) como el científico) que apunta a una acción (apunte que se hace por vías diferentes a las dela política propiamente dicha.)El teatro es como el arte en general un campo relativamente autónomo.
7.- La desarticulación de este par dialéctico hace del teatro, o bien un arte simplemente nihilizador (Beckett) o el instrumento de un optimismo burocrático (por ejemplo, las formas espurias del llamado "realismo socialista") , bordeado en cocasiones por el mismo Brecht. La relativa síntesis que supone la esperanza (trágica) es hoy insuficiente. La vía de superación puede estar en esa nueva tragedia que provisionalmente hemos llamado Tragedia Compleja  y que puede adquirir una forma apta para expresar los nuevos contenidos y realizar la función social que, en este apartado se ha indicado someramente.
8.- No es lícito pedir al teatro en general consecuencias social-políticas inmediatamente objetivables; ese puede ser, sin embargo, un objetivo del "teatro de urgencia" que hemos señalado como rama colateral con el nombre de Teatro Documentario. Este teatro significa una extrema reducción  del componente lúdico del arte lo que lo sitúa, si no extramuros del campo estético-poético, sí en una zona fronteriza con la política propiamente dicha, o con la investigación (histórica.)
9.- Los anteriores puntos no son más que un intento de aproximación al tema.